Concierto en la cárcel de Valdemoro

Finalmente encontramos una fecha para ir a cantar a la cárcel. Fue el 12 de enero. Para muchos fue una experiencia nueva. Otros ya lo conocían. Para todos fue algo especial, distinto. A la llegada, Víctor y Pedro, dos reclusos, nos recibieron y nos hicieron sentir a gusto. Calentamos voz en la capilla, mientras en el salón de actos se ultimaban algunos detalles técnicos. Finalmente salimos a cantar y el salón estaba lleno. Hubo respeto y afecto mutuos. Algunas canciones, como la Mixteca o el Zorongo, arrancaron los mayores aplausos. Al terminar, un café y unos bollos fueron su mejor regalo. Alguien comentó que a los reclusos les gusta que vaya gente de fuera porque "huelen a libertad". Nos despedimos de Víctor y Pedro hasta la próxima. "Mejor que nos veamos en la calle", decían.