Algunas ideas sobre las distintas cuerdas del coro.
En este sitio: 2005-11-01 (3719 consultas)
En los coros mixtos hay principalmente cuatro voces: Sopranos, Contraltos, Tenores y Bajos... |
A veces cada una se divide en primera y segunda, surgiendo así comentarios interminables sobre quien es primera o segunda. También puede haber otras voces (barítonos, contratenores, castrati, mezzo sopranos, etc.), pero son usadas principalmente para solistas o gente de un grupo vocal de cámara o que sólo buscan excusas para no colocarse realmente dentro de las cuerdas habituales, así que nosotros los ignoraremos.
Cada cuerda canta en una altura o tesitura diferente y por eso poseen personalidades muy distintas.
SOPRANOS.- Son las que cantan más agudo y por eso piensan que gobiernan el mundo. Tienen el pelo más largo, las joyas más originales, la ropa más llamativa..., y se consideran insultadas si no van al menos a un FA agudo en algún momento de cada obra. Se suelen quejar que los compositores y directores están maltratando sus gargantas.
Las sopranos tienen actitudes variadas hacia las otras voces del coro, aún considerándolas a todas inferiores. Contraltos son a sopranos como violines segundos a primeros (agradables para armonizar pero no realmente necesarias); las sopranos no entienden cómo alguien puede cantar en esa tesitura grave (es tan aburrido...). En cuanto a los tenores, es agradable tenerlos cerca; se puede flirtear con ellos (es bien conocido que las sopranos jamás flirtean con los bajos) y les gusta cantar dúos con los ellos porque los tenores practican mucho para llegar a cantar en una tesitura media-baja de soprano (mientras ellas se mantienen en la estratosfera haciéndose notar). Para las sopranos, los bajos son la escoria (cantan demasiado fuerte y tan grave que son inútiles para afinar) y, en cualquier caso algo malo deben tener cuando usan la clave de Fa.
CONTRALTOS.- Son gente sencilla que llevarían vaqueros a los conciertos si estuviera permitido. Ocupan una situación muy particular en el coro por la cual son incapaces de quejarse cuando tienen que cantar muy agudo o grave y reconocen que las otras cuerdas piensan que sus melodías son siempre fáciles y aburridas, pero ellas saben que no es así.
Mientras las sopranos gritan sobre un LA agudo, las contraltos deben interpretar pasajes complicados y llenos de alteraciones y cambios de ritmo mientras nadie lo nota porque precisamente las sopranos siguen cantando demasiado fuerte. Tienen una desconfianza innata sobre los tenores porque éstos cantan en una altura similar y piensan que suenan mejor. Les gustan los bajos y disfrutan haciendo dúos con ellos (los bajos suenan como un rumor lejano, es el único momento en el que ellas pueden ser realmente escuchadas). Por otro lado las contraltos no son demasiadas y así nunca sonarán realmente fuerte.
TENORES.- Son unos mimados. Nunca son bastantes y los directores venderían antes su alma que permitir que un tenor medianamente decente se marcharse del coro. Por algún motivo, los pocos tenores que hay son siempre realmente buenos (es uno de esos fastidiosos hechos de la vida). Así que no es de extrañar que los tenores vayan siempre con la cabeza y pecho tan altos (después de todo, ¿quiénes más que ellos pueden hacer desmayar a las sopranos?). La única cosa que puede hacer inseguros a los tenores es la acusación (normalmente por parte de los bajos) de que alguien que canta tan arriba probablemente no pueda ser un verdadero hombre. Antes que reconocer nada de eso, los tenores se quejan de que el compositor es un sádico por escribir notas tan agudas.
Los tenores tienen una relación de amor-odio con el director, éste siempre les está pidiendo que canten más fuerte (son tan pocos...). Es sabido que a lo largo de la historia ningún director ha pedido jamás menos tenores. Los tenores se sienten en extinción y amenazados por las otras cuerdas (las sopranos porque ellas pueden cantar tan increíblemente agudo; las contraltos porque no tienen problema para dar las notas que los tenores se matan por cantar; los bajos porque, a pesar de que ellos no pueden dar nada por encima de un MI, siempre cantan demasiado fuerte consiguiendo ahogar a los tenores y dejarlos exhaustos). Naturalmente, los tenores prefieren morir antes que admitir nada de todo esto.
BAJOS.- Pueden cantar muy grave, más que nadie. Eso básicamente lo explica todo. Son impasibles y tienen más pelo que nadie. Se sienten perpetuamente no reconocidos pero tienen una profunda convicción de que ellos son realmente la voz más importante del coro (una visión avalada por musicólogos pero no ciertamente por sopranos o tenores), a pesar de tener que cantar a menudo la misma nota (o en inacabables quintas). Cantan tan fuerte como pueden (son músicos de tuba pero en el coro). Son la única cuerda que puede quejarse normalmente por lo grave que es su parte y ponen caras horribles cuando hay que cantar notas agudas.
Los bajos son gente caritativa pero su caridad no se extiende a los tenores, a quienes consideran tremendamente presumidos. Lo que más odian es tener que ayudar a afinar a los tenores. Les gustan las contraltos (excepto cuando tienen dúos y éstas tienen partes más fáciles y bonitas). Respecto a las sopranos, están sencillamente en un universo alternativo que los bajos no comprenden en absoluto. Ellos no pueden imaginar cómo alguien puede querer cantar tan agudo y sonar tan mal cuando se equivocan. Cuando un bajo se equivoca, las otras cuerdas lo cubren y puede continuar su camino... alegremente, sabiendo que más tarde o más temprano llegará la fundamental del acorde.
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